Galdós


Estas navidades seguiré leyendo a Pérez (más conocido como Galdós), ya llevo 17 episodios nacionales, y el 18 lo tengo ya algo avanzado.

Creo que es con diferencia de los mejores prosistas en castellano. Su conocimiento de las personas, de la historia y hasta del paisaje le hacen muy recomendable, pero hay un aspecto que me ha sorprendido y es su intenso sentido del humor.

Ya de adolescente leí algo de él, pero de Marianela recuerdo su patetismo, y de Fortunata y Jacinta su enormidad, sin embargo estos episodios nacionales me han descubierto su gran sentido del humor que personalmente creo que caracterizan la obra.

No voy a decir que no haya heroísmo, épica o sentimiento doliente por la Nación en sus libros, pero es el humor a la hora de describir los personajes lo que lo humaniza, y hace de las historias que narra un lugar habitable.

En varios lugares y de diferentes personas leí o escuché eso de que "lee (al menos) la primera saga" "porque recoge el grueso de la guerra de independencia", pero en esa saga yo no he visto la épica ni la grandeza sino la historia como un ancho caudal por el que los personajes navegan siendo arrastrados por la corriente, aquí la polisémica palabra "derrota" alcanza su sentido.

No veo, en los episodios, una apología de España como nación, sino un mera descripción de los hechos que incluso llevan a pensar si tanta lucha tanta muerte y tanto nacionalismo que embriagó a la masa fue realmente necesario y si fue finalmente bueno o positivo para la gente y el pais. El episodio de Zaragoza o de Gerona son muy paradigmáticos, vemos la muerte, la pérdida y el dolor, pero no vemos, yo al menos no la siento, la grandeza de la Nación. Sinceramente si el tono no fuera tan claramente simpático, con tantas concesiones al humor y la ironía no sé si leería esas gestas, pero Galdós era un escritor inmenso, y creo que nada de lo que he leído de él me ha defraudado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué nadie me dijo nunca que El Jarama fuera una novela tan buena?

Lectura rápida y lectura lenta

De trolls, el bibliotecario y los cazadores de Libros