Hoy en Alicante es el día de la Santa Faz, en que gran parte de la ciudad sale en romería al monasterio donde es tradición que se conserva uno de los paños con que la Verónica limpió el rostro de Jesús camino de la Cruz. Verónica no era en realidad tanto un nombre de mujer como que en la edad media se creía que significa Vero icono, imagen verdadera, y la verdadera imagen que se conserva en Alicante es un conjunto de manchas de sangre sobre las que se ha pintado una imagen bizantina bastante "extraña" y que no sigue la tradición occidental sino la oriental en que la plasmación de la imagen habría sido un regalo que Jesús habría hecho a un rico comerciante que quería tener algo suyo, no es, por tanto, la pintura que cubre la tela la imagen de un cristo doliente, aunque pintaran una gruesa lágrima en su mejilla.
En el monasterio donde se conserva la imagen hay una serie de dioramas que cuentan la historia de esta reliquia y en la que se reproduce el dato de que Juan Sebastián El Cano donó a dicho monasterio un legado de oro que nunca se cumplió. Fue el autor de dichas maquetas Julio Guillén Tato, almirante que da nombre a la vía que circula frente al mar y separa el puerto de la Explanada de España, un paseo muy reconocible de la ciudad por sus mosaicos de ondas de colores
La guerra civil le pilló abstraído en el Museo del ejercito naval cual sabio de película ajeno al alzamiento militar. Consiguió convencer a quienes fueron a detenerle de que nada tenía que ver con aquellos hechos. Sentía pasión por Benidorm una ciudad que adoraba y que deseaba proteger del desarrollismo urbanístico.
Era muy apreciado por el alcalde Pedro Zaragoza de esta ciudad, pero el alcalde sí creía en un Benidorm puntero e incluso consiguió permiso para que se permitiera el uso del bikini en la ciudad, tal era sin embargo el aprecio mutuo que le dio a Guillén Tato la potestad de que supervisara como asesor artísticos las licencias de los edificios que fueran a construirse en la parte vieja y le nombró cronista de la ciudad. Guillén Tato, sin embargo, demoraba las obras exigiendo datos concisos sobre las fachadas y exigiendo que se respetara la estética mediterránea en las mismas (acabados, enrejados, etc.) El primer año de 19 solicitudes informó desfavorablemente de 18. El colegio de arquitectos llegó a presentar una queja por lo que entendía era un grave perjuicio a la actividad económica y finalmente Guillén Tato se retiró y se cobijó en su chalé negándose a participar en un desarrollismo que no aprobaba para Benidorm.
Un sobrino suyo me contaba que hay una calle "Carreró dels gats" cerca de donde el habia vivido que estaba decorada por él, Sin más que el permiso del alcalde y con la ayuda de sus hijos y un soldado que llevaba los cantos, me decía, lo había decorado con un mosaico de tema marinero. Imagino que la realidad no será tan sencilla, pero es claro que era otra época, una de ordeno y mando y donde todo era posible,
Cuando llega la fecha de la Santa Faz me acuerdo de aquel Almirante tan especial y de aquel sobrino ya fallecido que me contaba sus historias.