martes, 31 de enero de 2023

Doctor Zhivago

Pocas pasiones son tan intensas como el rechazo a la tiranía en las personas que apostamos por la libertad. A veces en los migrantes veo una cierta crítica a las sociedades abiertas que mejor o peor los acogen. Quizá tengan razón pero curiosamente las recetas que propugnan son las que han llevado a sus países a la situación precaria que les han obligado a emigrar. Evidentemente esas recetas son más y más intervencionismo, más regulación y más ayudas/subvenciones de todo tipo que necesariamente precisarían de financiación bien con impuestos bien con deuda pública.

Los impuestos son en si algo perverso, no derivan de la libertad sino de la imposición, pero en su justo grado entiendo que son necesarios..."al césar lo que es del cesar"

La deuda pública es sin embargo maligna. Un viejo principio anglosajón dice "no taxation without representation", por esta idea ha habido revoluciones..... La deuda pública consiste en gastar hoy lo que otros pagarán en el futuro sin haberlo decidido, lamentablemente no se puede uno alzar contra tiranos pasados.

Cuando nacieron mis hijos me indignaba cada vez que oía decir, "es una gran noticia que nazcan niños para que puedan pagar nuestras pensiones....", debían ver en los recién nacidos algo similar a los esclavos. Entre gentes que detestan la inmigración se usa un mote irónico cada vez que se ve un extranjero delincuente, ocioso o que percibe ayudas "mira, esos son los pagapensiones". Yo no detesto la inmigración, la defiendo porque apuesto por la libertad, incluida la de emigrar, pero nunca la defendería con un argumento utilitarista como que es necesaria para pagar las pensiones. Si alguien cree que quien migra lo hace para pagar pensiones a otros o es tonto o malvado.


En tiempos de Franco, que no amaba la libertad, no se dejaba sacar dinero a las grandes productoras de cine extranjeras, sin embargo el público llenaban los cines y se iba acumulando dinero en las cuentas españolas de esas productoras extranjeras. Al final alguien pensó que quizá podrían grabarse películas en España aprovechando ese excedente y beneficiándose de los bajos precios. Quizá no se pudiera sacar el dinero de España pero sí las películas grabadas. Esa es una razón, y no la menor, de que tantas superproducciones se rodaran en España. 

No sé si ese es el caso de Doctor Zhivago, que hace poco he vuelto a ver, pero los paisajes rusos y las estepas heladas no son sino los paisajes de la vieja Castilla.  Siempre me emociono, y sé que no soy el único, cuando la veo; su música y el trasfondo me parecen admirables, no tanto la historia de amor que es anodina y a fin de cuentas la historia de un adulterio. Sin embargo esta vez la vi con una cierta ironía. Cuando veía desfilar a los bolcheviques  cantando la internacional bajo banderas rojas no podía dejar de pensar que la mayoría de los figurantes eran españoles en España que apenas habían conocido otra vida que la vida bajo la égida de Franco. Quizá para ellos desfilar cantando la internacional con banderas rojas por su pueblo fuera una íntima satisfacción contra el tirano aunque fuera cantando a otro tipo de tiranía