El Tiempo

Tengo una amiga, algo mayor, que hoy se me ha quebrado. El motivo es fútil, casi pueril. Un comercial se le ha presentado en su estudio y le ha empezado a ofrecer su productos, entre los que figura una página web, un posicionamiento ceo, y un boletín de noticias para sus clientes, boletín con su logotipo en edición impresa de 25 ejemplares. "La idea", le ha dicho, "es que tus clientes y tú lo tengais en vuestra zona de espera, o en el taller de tu mecánico, en la panadería donde compras.... es publicidad pasiva, que prestigia tu marca y te atraerá nuevos clientes, además de enlace a fcbk, twiter y linkelin".

Mi amiga, es persona discreta, seria y callada, le ha atendido pero no ha contratado nada pese a que solo eran 1350 euros.... Luego me ha llamado, y se ha quebrado, apenas la entendía, pero el mensaje estaba claro. El tiempo había matados sus ilusiones, ella empezó precisamente escribiendo un boletín que mandaba a sus contactos, hizo su propia página que dejó cuando vio que nadie la consultaba (eran, sin duda otros tiempos) aquel comercial le había hecho recordar la persona que fue, que ya no era y la que no sería nunca. Sus ilusiones son ahora ponerse al día en el trabajo atrasado, cobrar a aquellos que no le contestan ya y llegar a casa, derrotada y cansada con la ilusión de que quizá el día siguiente sea sábado...luego me ha confesado que de noche, al acostarse, se duerme con la ilusión de no volver a despertar.... sin duda sus hijos, ya mayores, la han ido olvidando.

Esa idea (no la de morir, esa no) sino la de comprender de pronto que su vida no es la que soñó, que su trabajo es una carga y ya no una vocación, y que la ilusión que fue su motor se ha ido quedando por un camino no siempre fácil,... esa idea me ha impresionado, parece un mero lugar común, pero es que quizá la desesperanza es hoy el más común de los lugares.