Formas de afrontar la vida a partir de los 50.

Con motivo de cumplir mis cincuenta años y pasar al otro lado del siglo, la Mutua General de la Abogacía me envía información sobre un curso de formación denominado Plan Carrera Senior. 

No negaré que me encanta lo de senior frente a lo de junior. En cierta forma llevo toda mi vida preparándome para ser senior. Con veintidós años mientras estaba en un cajero intentando un reintegro de 2.000 pesetas (¡Qué viejuno suena eso de hablar en pesetas.... !) una adolescente que llegaba junto a su amiga le dijo "vamos a esperar que acabe el señor"; fue la primera vez que me llamaron señor. 

En todo caso lo malo no sería ser senior sino no haber llegado.

El curso en si parece, de momento, algo vacuo y sin contenido. El primer módulo habla de "silverización" del talento... lo he buscado y no, esa palabra aun no está recogida en el diccionario, aunque con mi inglés nivel COU (Me encantan estas expresiones tan ochentero-noventeras) uno es capaz de atisbar el concepto. 

Digo que el curso parece vacío de contenido porque en el foro se nos anima a que indiquemos qué materias queremos que se traten, y eso me recuerda una anécdota leída de que, en algunas concretas zonas de África, el piloto del avión(eta), o el conductor del autobús, que para el caso es lo mismo, tras consultar con los pasajeros puede variar el rumbo y el destino para llevar a la gente allí donde quiera ir la mayoría, para sorpresa del despistado que quería ir al lugar contratado. 

El segundo módulo me sigue pareciendo una peculiar mezcla de lugares comunes junto a un glosario de términos anglosajones innecesarios (Virtual Lawyering, ¿de verdad?).

Para entrar al curso habia que mandar una carta explicando los motivos así que le pedí al Chat GPT que me la hiciera y lo cierto es que, tal cual la recibí, la envié y me aceptaron. 

La carta me pareció muy bien escrita y sobre todo muy atinada. (Hace poco en un artículo de la revista del consejo general de la abogacía, una letrada explicaba cómo le habia pedido al chat que le buscara jurisprudencia sobre determinada materia y este le había enviado sentencias inexistentes o de otros países que no serían aplicables; hay quien dice que eso demuestra que más que inteligencia es simplemente artificial, pero yo creo que lo que el Chat tiene es un retorcido sentido del humor, signo inequívoco de inteligencia ,y aversión por los vagos, lo que me hace empatizar aun más con él).

En todo caso aun es precipitado decir si el curso es algo más que otra perdida de tiempo y lo cierto es que me ha deparado una curiosa sorpresa y es el "FORO DE PRESENTACIÓN".

De los 51 apuntado unos 10 habrán escrito presentándose. Dices el nombre, tu experiencia laboral, la motivación que te anima y qué esperas del curso. 

Mi presentación es breve, escueta, lacónica. Que si me llamo tal, que si tengo despacho propio en Alicante desde 1998, que si llevo penal, civil y fiscal, que si tengo 50 años y ninguno de mis hijos se ha orientado al derecho, etc. pero hay compañeros que escriben largas presentaciones, con muchos detalles y, en ocasiones, con cierto mérito estilístico. 

Me llama la atención sobre todo los que, aunque colegiados, no ejercen de abogados (banca, seguros, RRHH, empresa....) y parecen buscar una forma de reciclaje vital. 

Hay una abogada que debe de estar agobiada por el trabajo, escribe que el acceso a los módulos no le funciona y que ya le ha dedicado mucho tiempo. Cuando le explican cómo acceder reitera que no puede y que lleva ya demasiado tiempo perdido y que quiere darse de baja. Le piden su teléfono para contactar y solucionar el problema y contesta que "mi teléfono es tal, pero estoy muy ocupada y solo puedo atender mañana de 19 a 19.30, llamádme". 

Se le queda a uno, leyendo a esta compañera silvertalentosa pero agobiada y sobreocupada, una sensación agridulce... quizá así no llegue  a la jubilación.

Otra compañera (los abogados no solemos llamarnos colegas aunque compartamos colegio sino compañeros aunque nos neguemos el pan y la sal) escribe una presentación que parece un informe al ministerio (o peor, a la conselleria), o uno de esos memorándums que tiran para atrás antes de leerlos y en que habla de si en tercera persona:

"Fulanita de tal tiene el honor de emitir ante Vds. el siguiente (Aquí salto de línea) INFORME DE PRESENTACIÓN: (nuevo salto de línea)" ... y concluye "y, en consecuencia, no es casualidad que acuda a la actual área de formación aplicativa del Derecho, así simplemente sin más sino cuando menos con la profunda convicción de que es posible acometer, desde un plano multidisciplinar y participativo una labor de conjunción jurídico-técnica viva" 

Evidentemente, las diferentes formas de presentación de cada uno son como un espejo, una forma de ver reflejadas las diferentes maneras de encarar la vida: lo precipitado de algunos, lo lacónico de otros, lo extenso en ocasiones y lo simplemente farragoso o barroco.

En todo caso, no negaré que me hace ilusión ser el benjamín del grupo, me hace sentirme otra vez un poquito más joven, aunque ya no sea de oro sino de plata.