Rosebud
Orson Welles es un director sobrevalorado; se habla de él con admiración, pero se ve poco su cine; es como esas personas tan intensas a las que da pereza llamar o quedar con ellas, y sin embargo la idea central de Ciudadano Kane es genial, es icónica: rosebud. La palabra que nadie logra descifrar y que esconde el secreto de lo que motivaba en su vida al protagonista, ese secreto insondable que logra escapar a los curiosos. En mi vida no hay un rosebud que yo tenga identificado pero si hay recuerdos que me persiguen porque muestran que nada dura. Las personas pasan, los objetos desaparecen, y hasta las propiedades se venden y pasan a terceros.
De mi infancia apenas hay fotos, mi vista era especialmente mala y si unas gafas se rompían como castigo se dilataba extrañamente el momento de hacer unas nuevas.... Puede decirse que los recuerdos de mi infancia son una bruma oscura, y una sensación de ir a tientas.
Por eso en mercadillos o tiendas a veces encuentro objetos que me retrotraen a esos tiempos y si se puede los compró. Son lo más parecido a mi rosebud particular, un intento fútil pero intento de atrapar restos de una vida, de lograr recuperar esos momentos que no quedaron fotografiados y que cuando ya no los recuerde serán como si nunca hubieran sido.
Este es un libro
que estaba en mi casa, creo que era de mi hermana mayor, el ejemplar que tengo no es el mismo, lo compré por un euro en un mercadillo y está algo dañado. Me encantaban las láminas de los dibujos de Ferrándiz, aunque nunca he leído el texto que para mi carece de interés. Los niños son muy sensibles a la belleza casi tanto como aborrecen la fealdad. En Ferrándiz había ternura, esmero, y un gusto preciosista por los detalles.
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También recuerdo que en casa había un tebeo, con tapa de cartón, sobre un niño que aprende buenos hábitos de estudio, aunque en realidad era publicidad de una agenda escolar que editaba una caja de ahorros. Lo leía y releía de niño buscando las claves de cómo ser buen estudiante. No era gran cosa pero sí era entretenido. Por supuesto deconzco qué pasó con el mismo, lo tenía olvidado hasta hace unos cinco años ... era día de difuntos, sábado, y la luz de la tarde empezaba a declinar mientras yo rebuscaba en una vivienda que iba a ser demolida el lunes. El constructor, amigo, me había dejado las llaves por si algo podía interesarme. Pocos meses antes había sido una casa habitada y aún colgaba de la percha el batín del propietario y en la mesita dormía un libro con el marcador por la página de la lectura interrumpida. Los hijos del difunto no habían querido llevarse nada, el constructor solo la plata. Ahí encontré aquel retazo de mi infancia en forma de tebeo mientras oía crujidos de madera sospechosos, la luz se amortiguaba y una puerta se cerraba sin motivo aparente.
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El periódico La verdad de Alicante publicó un verano un especial en forma de tomo. Recuerdo las eternas horas de aquellos días larguísimos que dediqué a leerlo y releerlo y como cada verano volvía a encontrármelo cuando retornábamos a Torrevieja. Aquel tomo se perdió en algún momento, pero tuve la suerte de comprarlo en un mercadillo de Manos Unidas. En su interior el contenido era de lo más variopinto, junto a historietas de niños voladores o aventureros y ejemplos de manualidades se reproducían artículos del periódico que contaban desgracias para que los niños no cometieran errores. (Recuerdo el artículo que hablaba de unos niños que se habían metido en un arcón y la tapa cayó cerrándose y terminaron muriendo asfixiados. Sí, lo sé, es sórdido y cruel poner esa historia en el especial verano, pero eran otros tiempos y quien sabe si no se salvaría algún niño con estas lecturas tan edificantes....)
Aquí un comic, La Patrulla de los Castores, que me regalaron en algún momento antes de tener 10 años, era una primera parte de una historia y nunca supe el final. Hace pocos días encontré en Wallapop las dos partes por dos euros (más envío y seguro), con lo que más de cuarenta años después sabré el final de aquella aventura en el pirineo francés de un grupo de jóvenes boyscouts. Lo he buscado durante años y siempre me han mirado en las tiendas de comics con escepticismo, (¿los jóvenes castores, quieres decir? -Me han contestado una y otra vez) como si este comic no existiera. En Belgica esta saga duró años, y aun se reedita como integrales, sin embargo en España apenas circularon estos dos números en la lengua de Cervantes.
Hay algo extraño en recuperar estos objetos que un día formaron parte de mi cotidianidad, de alguna manera son una pequeña ventana que me permite asomarme a un tiempo que no volverá.
Como se dice
ResponderEliminaren la musica ,
un one hit
wonder ,
un single de
exito , y solo
eso, aunque
de cine no
suelo hablar,
no soy nada
cinefilo .
Estás hecho un melómano, lo que se aprende de ti...
EliminarTotalmente de acuerdo con lo de Orson Welles. Una vez me dijo un amigo que se dedicaba a esto del cine que ese es director para estudiantes de cine o para críticos, pero que no es para el público. Aunque "Ciudadano Kane" sí me gustó. Y se ha imitado mucho.
ResponderEliminarYo tampoco tengo claro mi Rosebud. Pero en mi caso es que no estoy seguro de haberlo abandonado. Me pasé decadas buscando el segundo episodio (en vídeo) de Mazinger Z y cuando lo encontré me dejó un poco frío.
El arte de esos tebeos es una maravilla Vintage. Qué cierto eso que dices de cómo los niños aprecian mejor el arte o la belleza. Más que recuperar los cómics de mi infancia, que ya los tengo todos o casi, preferiría recuperar el placer que sentí leyéndolos. Ese no regresará. Un abrazo.
Los niños pueden ser (algunos) muy crueles, los comics aunan belleza visual con historias bien contadas en ocasiones (aquello de que un comic se compra por el dibujo y se recuerda por la historia) lo de Mazinger Z me deja sorprendido, ¿buscabas concretamente el segundo episodio? yo disfruté mucho acon aquella serie, no la recuerdo bien pero el puños fuera es un grito de guerra genial
EliminarSí, sí, el segundo episodio de Mazinguer Z. Recuperé toda la historia años más tarde. Incluyendo adaptaciones modernas. En animación, del manga sólo sé que lo han editado ahora pero no estoy interesado. Y sí, me marcó mucho la serie. La primera que lo hizo.
EliminarNostalgia del pasado. En mi época siempre ponían pelis de Orson Welles, de hecho hace poco han puesto de nuevo C.K. en la TV, aunque si bien.. en su época recuerdo que la vi varias veces.. ahora no me llama ni un poco.. En cuanto a libros de juventud ... recuerdo PUNK.. se lo dejé a una vecina.. y NUNCA NUNCA ME LO DEVOLVIÓ.....
ResponderEliminarMe acuerdo de Punk, espero que tu vecina aun lo guarde, a mi nunca me ha gustado que mis hijos dejen nada porque o no vuelven o vuelven dañados. Un recuerdo triste el tuyo lo siento.
EliminarCoincidimos en el gusto por los dibujos de Ferrandiz, a mi me entusiasmaban al extremo de dibujar muchas de sus postales que con tantos traslados se perdieron en el camino. Si que conseguí en un mercadillo comprar el libro Mujercitas muy estimado por mi en mi época adolescente y también perdido en el "camino". Me gustaban mucho las aventuras de Tom Sawyer y del Capitán Trueno....que tiempos aquellos.Saludos
ResponderEliminarEs que ferrandiz es Navidad, hará unos años compré un libro suyo solo de ilustraciones de Navidad, no sé como no está más presente hoy día. Tom Sawyer y el capitán trueno, qué maravilllas
EliminarUn cineasta de primer orden, al que sus digamos excesos y mala habilidad negociadora, le llevaron a la ruina de aceptar cualquier cosa, para luego intentar hacer algo propio. Tiene obras que siempre estarán entre las más importantes del 7º arte. Aparte de la citada Ciudadano Kane, Campanadas a media noche, El Proceso, La Dama de Shanghái, y su escena de espejos, Sed de Mal, con un plano secuencia inicial, fantástico. Podríamos seguir, su aportación al cine es colosal.
ResponderEliminarEn cuanto a efecto Rosebud, digamos que con la edad te olvidas un poco, pero si tenía cierta querencia por algunos libros y miniaturas de coches emblemáticos.
Un abrazo.
Leí las Memorías de Jess Frank, Jesús Franco, y al parecer casi todo el merido de Campanadas a media noche sería suyo, una película española curiosamente. Estuve en Cardona, y vi el castillo en que se rodó parte. Menuda maravilla
EliminarAl paso del tiempo, nada importa.
ResponderEliminarPor lo que moríamos si no lo teníamos, después nos parece ridículo.
Nada importa al lado del tiempo. Ni nosotros, seremos polvo. Excelente entrada.
Un abrazo!
Todo pasa y lo nuestro es pasar..... Muchas gracias Sara. Un gran abrazo
EliminarJaja tienes razón Ciudadano Kane es un peliculón, pero un poco “intesita de más” tu comparación es perfecta ; ) Para mi Ferrandiz siempre será sinónimo de Navidad, sus entrañables dibujos en las tarjetas navideñas fueron icónicos, no había Navidad que no llegara una de él, mi madre era muy aficionada mandarlas, de hecho la navidad en mi casa empezaba cuando ella, quince días antes, comenzaba a escribir cientos de ellas, en muchas ocasiones fueron de él …Y jaja ¡¡pobrecito!! ¿te castigaban sin gafas? eso sí que me parece cruel, mucho más para alguien que como tú, leía desde peque todo lo que caía en tus manos.. ¡qué curioso todo esto que cuentas! A mi de pequeña no me gustaba leer nada, de hecho no leí nada más que lo justo para el cole, hasta bien entrados los 16 o más y eso que siempre fui de notazas, pero entonces teníamos la suerte de tener tan buenos profesores, que con sólo ir a clase llegaba de sobra.. hoy desde pequeñitos se matan a estudiar y no dejan de suspender jaja es algo que me cuesta mucho comprender ; ) No recuerdo haber tenido nunca ningún juguete ni nada especial que me recuerde mi infancia.. siempre tuve una imaginación muy calenturienta así que disfrutaba perdida en ella, nunca en algo material, ni siquiera me gustaban mucho las muñecas, las pocas que tenía, según me las regalaban, me dedicaba quitarles sus vestidos sintéticos y vestirlas con trocitos de tela que les colocaba con alfileres en modo maniquís jaja en mi infancia con lo que jugué muchísimo fue con plastilina, mis hermanos y yo teníamos ciudades enteras imitando a los Picapiedra hechas de plastilina, recuerdo que las guardábamos en cajas de bombones al terminar y las sacábamos al día siguiente, para continuar jugando ; )
ResponderEliminarMe ha parecido absolutamente entrañable esta entrada tuya JOAQUÍN, has sido hoy aquí, mi magdalena de Proust, mil gracias, un abrazo muuy fuerte y feliz finde!!
PD
Me ha dado mucha alegría ver que habías publicado de nuevo.. no te había visto, hasta ahora ; )
Ay María, qué maravilla tenerte aquí de nuevo, tus comentarios son para leerlos, releerlos y saborearlos, siemrpe cuentas maravillas, me imagino esas casas de plastilina y eas muñecas con modelos exclusivos made in María
EliminarMuchas gracias. La alegría siempre la traes tú
Coincido contigo en que "Ciudadano Kane" es un film que hay que ver dos o más veces para llegar a conprenderlo, si es que eso es posible, y lo mismo pasa con la leyenda en torno a la palabra Rosebud, cada uno tiene su propio Rosebud y me alegro de que nos hayas mostrado el tuyo, esos recuerdos de infancia que nos marcan y que son nuestros pequeños tesoros escondidos en lo más profundo y que apenas salen a la luz los distinguimos y vuelven a ser estrellas que brillan en nuestra vida.
ResponderEliminarMuchos besos.
Muchas gracias, pienso que llega un momento en que nos gusta mirar atrás y asirnos tanto a recuerdos como a cosas tangibles, cumplir años es ir acumulando experiencias, personas, y paisajes, y tener estos asideros nos sirve para tener claro que no son experiencias que nos pasan sino que de alguna manera permanecen con nosotros.
Eliminarla gente sabe poco sobre comics. yo si hablo por ejemplo sobre johan y pirluit, siempre tengo que añadir la coletilla de "un comic ambientado en la edad media del mismo creador de los pitufos".
ResponderEliminarmis recuerdos de la infancia también están borrosos. si pudiera ver mi infancia como en una película (casi prefiero que no), también me sorprendería por muchas cosas que no recordaba.
está bien que las películas tengan mensajes y detalles subliminales, pero algo de inmediatez también se agradece. es como con la música de pink floyd, que de tan intensa que es te agota.
abrazos
Me alegra vivir en un mundo donde hay quien sabe quien es Johan y Pirluit, no entiendo como no son más conocidos , para mi son el ejemplo perfecto de las aventuras, de los viajes, de los retos y de lo hermoso. Las viñeta de Pego son de una belleza singular, hay cuadros con las cubiertas y viñetas de Hergé, pero a mi me gustaria uno grande, tipo mural de esas viñetas cargadas de personajes y de detalles de los cuentos de Johan y Pirluit. Un abrazo Chema, y gracias por pasarte
EliminarUn viaje al pasado y una forma de atraparlo. He sentido mucha nostalgia. Impresionante esa vivienda donde se paró el tiempo y todo quedó en suspenso. Ese libro con su marca de lectura... Todos los objetos que rodearon la vida de esa persona que ya no está. No sé, ese abandono... es casi impúdico, aunque inevitable.
ResponderEliminarMe encantó leerte.
Hay algo impúdico pero no sé si en el hecho de morir o en el sobrevivir; ese tipo de experiencia de ser casi un fisgón en la privacidad de un tercero, de rebuscar en sus cosas y tomar aquello que te interesa dejando abandonado el resto que te hace replantearte algunas cosas, y te motiva a reducir y simplificar en lo accesorio
EliminarMuchas gracias, y nuevamente enhorabuena por ese premio aunque el premio es nuestro por tener el priviliegio de leerte
EliminarTe ves entrañable en esa infancia, Joaquín, pero eso de los lentes fue un poco cruel. Ciudadano Kane la he buscado mucho sin encontrarla, algún día, quizás.
ResponderEliminarDe mi infancia no tengo muchos recuerdos, solo algunas cosas específicas; y que hubiese querido aprender a hornear, bordar, tejer, pero mi madre no me lo permitía y me mandaba a jugar, aprendí a hacerlo pero ya en la adolescencia.
Me gustó especialmente esta publicación tuya
¡uy! dices algo muy cierto, no es fácil encontrar a los clásicos, y no solo Ciudadano Kane, encontrar a Charlot o El Maquinista de la Generala es una tarea ingente..... me alegra que aunque con posterioridad pudieras aprender lo que te gustaba, tu madre sin duda tenía las ideas muy claras en muchas cosas. Si te ha gustado "especialmente" entonces ya sabes lo que sentimos los que nos asomamos a tu rincón. Un abrazo
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