El Rey y El soberano
La constitución indica que la forma política de España es la
monarquía parlamentaria, pero mi profesor de Derecho Constitucional solía decir
que eso estaba mal, que la forma política de España es la democracia.
Democracia lo es porque el poder emana del pueblo y por tanto tenemos rey pero
no soberano, o mejor dicho soberano es el pueblo en su conjunto y como tal. Juan Carlos pudo ser un gran rey, y seguramente lo haya sido, pero
le ha faltado aquello que Valle Inclán le dijo al torero después de una tarde
grandiosa “maestro, solo le ha faltado morir”.
No sé qué imagen guardaremos del
monarca emérito, puesto que la realidad es poliédrica pero la que hoy corre por los medios es la de un anciano amigo del buen
vivir, del dinero fácil y de las rubias. El Rey es cabeza de la Nación, y esta Nación que no sabe en
ocasiones ni qué es ser nación tiene una cabeza proporcionada al resto del
cuerpo.
Pero no nos engañemos la
monarquía no es el Rey, es una institución que hunde sus raíces en el pasado, y
nos une con el futuro. Podemos cambiar de rey, de hecho ya lo hemos hecho, y nada debemos al emérito que ha gozado de
reconocimiento y prestigio bien ganado, pero también padecerá del descrédito si resulta que se lo ha ganado. Eso es lo que hace grande a nuestro actual democracia, no hay
lealtades ciegas y las que pueda haber lo serán por adscripción voluntaria y personal y no
por destinos en lo universal de una colectividad.
Porque sigo siendo monárquico creo que siempre es bueno
desmitificar a la persona, juzgar lo que de censurable tenga y renegar de sus
errores poniendo negro sobre blanco lo que hizo mal para mostrar al que le suceda que
cada día debe hacer honor a su cargo, que ser Rey de España no es ser Barón de la
Patata, ni Archiduque de la Zapatilla, y deberá recordar siempre el viejo juramento de las cortes de Aragón "cada uno como Vos, todos juntos más que Vos".
“Nos, que somos y valemos tanto como vos, pero juntos más que vos, os hacemos Principal, Rey y Señor entre los iguales, con tal que guardéis nuestros Fueros y Libertades; y si no, no”.
Es buenísimo lo de Valle-Inclán (y Belmonte le respondió: se hará lo que se pueda). Si el Rey hubiera muerto más o menos cuando lo hizo Suárez, en 2014 (Suárez era cinco años mayor que el Rey) don Juan Carlos habría recibido una despedida popular a la altura de la que tuvo Churchill en el Reino Unido. Pero a sobrevivido a su mito.
ResponderEliminarQuise decir "ha sobrevivido a su mito", con hache, claro.
ResponderEliminarEn todo caso lo de morirse es inevitable y de él quedará el recuerdo mientras de Pablo Iglesias será el fundador del Psoe
ResponderEliminarComo en el amor, en el sexo y en la vida, hay que saber retirarse a tiempo para evitar situaciones embarazosas, como cuando una obra de teatro se deja de representar en medio del éxito de crítica y público.
ResponderEliminarSaberse retirar es parte del éxito; en la Edad Media y el Renacimiento se consideraba que habia tres vidas: la de este mundo, la del otro y la fama que dejamos detrás, perder esta última o que sea amargo el recuerdo era una tragedia
Eliminar