Una rosa sola
Cada vez soy más partidario de la
teoría del caos, doblar la primera esquina sin saber si esa calle me llevará a
donde quiero ir, ver la película que aparece
como sugerida tras teclear una palabra al azar, o leer un libro sin
saber nada del autor ni del argumento. Se supone que la cultura (eso que
enseñan en la escuela) te da una base pero es el azar lo que la consolida y
pone travesaños en la escalera que subimos. No puedo decir que esta forma
caótica y caprichosa me haya servido de mucho pero tampoco que me sienta
defraudado. La mejor película que he visto es Nebraska de Alexander Payne, así
es como la conocí.
Hace poco he leído un libro dos
veces "Una roja sola" de Muriel Barbery, es algo que no suelo hacer y quizá esta
novela no lo merezca. La hija de un hombre rico al que no conoce viaja a Japón
a la lectura del testamento. El personaje es algo huraño, pero receptivo a ese
nuevo país y a la gente que conoce. El lenguaje es poético, el ritmo lento, las
frases lapidarias. Me gusta las descripciones poéticas porque enriquecen la
realidad. Hoy es un día frio y lluvioso, y tras leer el libro me viene la frase
un “sudario de tinta” que usa la autora.
Tomo nota de este libro. Me ha llamado mucho la atención. Es curioso, yo que soy de costumbres, últimamente también me revelo ante ello y juego con la teoría del caos.
ResponderEliminarBesos :)
Muchas gracias por tu comentario, imagino que a veces precisamos variar las costumbres, aunque solo sea para luego ratificarnos en ellas. Un saludo
EliminarYo soy muy de costumbres, así que solo el hecho de cambiar una calle en mi ruta de siempre ya me parece una aventura ;-)
ResponderEliminarBesos.
Eres afortunada tienes un sin fin de aventuras ante tus ojos por vivir. Me gustan las costumbres, pero en lecturas por ejemplo se corre el riesgo de perderse cosas muy valiosas.
EliminarSuena muy interesante, Joaquín. Me quedo con el dato. Gracias.
ResponderEliminarMil besitos y feliz noche.
Un saludo. Nos leemos
EliminarYo no he sido mucho de narrativa poética. Según pasan los años, voy variando de gusto. Las descripciones, largas, pausadas, me resultan pesadas. De hecho, en el Nombre de la Rosa, me salto muchas páginas para ir al meollo de la cuestión. Por no hablar de los libros del Clan del Oso Cavernario, cuya autora se explaya explicando plantas, montañas y ríos.
ResponderEliminarLeí Elnombre de la rosa hace tanto que no recuerdo si me gustó o no.... EL Clan del Oso cavernario no la leído. Es cerdad lo que dices: nos varian los gustos, imagino que es normal, lo raro sería lo contrario. Un saludo
EliminarA mí también me gusta entrar virgen de conocimiento en muchas películas y obras que leo. Nebraska me gustó aunque sí fui a verla porque la mencionaban en un programa de televisión. Por eso a veces me gustaría que el Big Data de Netflix se estuviera quietecito un rato y dejase de meterme por los ojos lo que quiere que vea. Ver o leer sólo sobre lo que te interesa me parece hacer endogamia del conocimiento. A veces la incerteza te enseña más que lo programado. Saludos y buena semana.
ResponderEliminarEsa endogamia es lo que me estaba pasando, finalmente si solo vas por el camino trillado te pierdes esos castillos que tú te encuentas. Un saludo
EliminarNo he leído el libro que mencionas y tampoco he visto Nebraska así que no puedo opinar. Me gusta el cine y me gusta leer pero no me suelo arriesgar y me informo antes de ver una peli o leer un libro y aún así hay veces que sufro decepciones.Saludos y feliz Semana Santa.
ResponderEliminarFeliz Semana Santa
EliminarNo arriesgar es sabio cuando se tiene poco tiempo, y aun así como bien dices no se evitan las decepciones. Un saludo
ResponderEliminarHola Joaquín. Me gusta tu blog. Mil gracias por pasar por el mío. Te sigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias. Un saludo
EliminarSi suelo releer libros y a veces descubro cosas nuevas en ellos.
ResponderEliminarDe la peícula no la he visto y si que tiene buenas críticas, veré si puedo verla, del libro ni idea.
Buen Semana Santa.
Un abrazo.
Gracias. Un saludo
EliminarÚltimamente la literatura "contemporánea" sólo me causa desazón y fastidio. Será que no es para mí, será que no tiene sentido lo que escriben, será lo que será, pero es.
ResponderEliminarGracias por el comentario sobre este libro.
Saludos,
J.
cada etapa de la vida tiene sus peculiaridades, a veces la literatura, o la música o los viajes sobran, y a veces sobra la vida. Un abrazo
EliminarYo de Japón -país y cultura que me fascina y que pretendo volver a visitar- amo a Murakami, mi escritor extranjero favorito, sin duda.
ResponderEliminarMe lo recomendaste encarecidamente pero a un lo tengo pendiente
EliminarA mi me gusta también el azar. Pero no con los libros. El viaje de novios fue con nuestro coche. E íbamos por ahí, mirando sitios, parando en algún lugar. Nos lo pasamos de lujo. Picos de Europa y Pirineos.
ResponderEliminarLibros, algún chasco me he llevado, buen argumento y luego...nada de nada.
Y también me ha pasado que hay libros que recuerdo con agrado, pero que ahora, con mi edad, ya no me gustan. Por ejemplo: memorias de Adriano.
Muchas gracias por tu comentario. La receta que a uno le puede valer a otro quizá no le sirva. Comparto lo que dices de memorias de adriano es un libro del que se habla muy bien pero que a mí no me dejó ninguna huella. Por lo menos no me fue aburrido.
EliminarInteresante lo que cuentas Yo por ahora no leo
ResponderEliminarEscribo
pinto
y sueño
los colores del destino
De Muriel Barbery sólo he leído "La elegancia del erizo" y me encantó. Me apunto éste.
ResponderEliminarGracias.
Tengo un listado de películas para ver, pero de un tiempo le doy oportunidad a la sugerida del momento y si no llega a sorprenderme no pasa nada, igual con los libros, también cambiar ruta o destino, hacer cosas que ni hubiese imaginado probar y así, buscar lo distinto, aunque también lo habitual.
ResponderEliminarUn abrazo, Joaquín
Hoy también ha amanecido lluvioso y frío, será interesante darle oportunidad a este libro
ResponderEliminarAbrazo, Joaquín