Literatura popular española
Cuando uno está enfermo no es verdad que se plantee las grandes cuestiones vitales, quizá lo hagas al día siguiente, pero en ese momento realmente a veces no está uno ni para pensar, a mí las horas muertas esperando el propio paso del tiempo me genera una cierta desesperación. Leer no es una opción cuando te duele la cabeza, las visitas están prohibidas, y la televisión hace tiempo que no la veo. El tiempo tiene su propia densidad, a veces fluye y otras parece que te atrapa y no te deje avanzar. Cuando mejoré y pude leer, lo que me salvo fue la literatura pulp, y precisamente la nuestra, la española. Los olvidados bolsilibros digitalizados y descargados hace tiempo en mi lector, me han salvado no la vida pero si el día a día. Son historias breves, lineales, con final con sorpresa. Su nivel es como el de las series de televisión de los sesenta o de los ochenta con historias autoconclusivas, pero de cierto nivel. Al estar escritas en castellano, la experiencia de leer suele superar