Juan Villoro, escritor mexicano.

Me gusta Juan Villoro, escritor mexicano. Lo que de él he leído me parece admirable, lo que sobre él leo es siempre interesante, y escucharle hablar con su acento cadencioso y su léxico amplio y rico, es una delicia como pocas, es cautivador.

Juan Villoro está ahora de promoción con su último libro, La figura del Mundo, en que habla de su padre. Leer este tipo de obras en que se mezcla la reflexión con la memoria, y especialmente con la memoria emocional,  es un ejercicio de empatía en que se acompañas al autor por un camino en que todo te recuerda a "paisajes" propios y experiencias vividas en primera persona pero que, por formar parte de la intimidad y del recuerdo de otro, es sin embargo esencialmente ajeno a uno. Empatizas sí y eso nos hace humanos que es lo mejor que se puede decir de un libro.

Hay un par de momentos que me resultan muy enriquecedores de esta última obra. De niño, Juan, veía a su padre, tumbado en el sofá; un padre al que en ese momento no se le debía molestar porque estaba trabajando... El misterio de ese trabajo de pensador, de filósofo, que a los ojos de un niño no hace realmente nada creaba cierta inquietud en el pequeño Juan que concluía que ese Platón que preocupaba al adulto debía de ser alguien a quien la familia debía dinero... Los padres son, para los niños pequeños avanzadillas  en el mundo de los adultos, el calzador que les permite introducirse en un mundo más complejo, que ayuda a colonizar esa realidad anexa a a la vivienda del hogar y de la infancia y a la que seremos exiliados y que habitaremos cuando se nos expulse de la infancia.


Lo segundo que cuenta Juan es que su padre (implicado emocionalmente con determinadas ideologías, que yo considero liberticidas, pero que el padre  de Villoro consideraría liberadoras) explica en un determinado momento a sus hijos que ha recibido una herencia familiar que debía ser de cierta importancia, pero que como no habían hecho nada por merecerla la iba a repartir con los necesitados. Juan, de niño participaría emocionado con ese papel sobrevenido de hacer de "Papa Noel" repartiendo dinero. Leyendo lo que cuenta Villoro, se desprende que ahora considera aquello un despropósito, si su padre hubiera querido ayudar a los pobres podía haber invertido el capital y repartir los beneficios, haber repartido aquel capital no fue justo ni para las generaciones pasadas que lo amasaron con esfuerzo ni, a la postre, será justo con las futuras que quizá necesiten de ese capital para educarse o para (sobre) vivir.


Responde Juan Villoro a una pregunta diciendo que su padre sí fue feliz, incluso a veces haciendo infeliz a los demás, pero el libro no es un reproche sino un reencuentro sanador con la figura del padre.



Comentarios

  1. Creo que
    ganó el
    premio
    Heraldo,
    o algo
    así.

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  2. Me ha parecido interesante lo que cuentas sobre este libro y me ha venido a la memoria un gesto similar al del padre del escritor que tuvo mi abuela materna ( ya viuda) con gente de su pueblo sin pensar ni en sus propios hijos ni en sus nietos o creyó que ya tenían lo suficiente, no quiero juzgarla, hay que considerar que el ser generosos es una gran virtud. Saludos

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    1. Muchas gracias Charo por contarme esta pincelada de tu abuela. Es cierto que no debemos juzgar las motivaciones cuando la intención es noble, pero quizá extraer lecciones del pasado no esté reñido con ese reencuentro sanador del que hablaba

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  3. Hay gente totalmente desprendida de los bienes materiales y no le preocupa más que darlos.

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    1. Hay gente para todo, sin duda. Pero vamos que como dice Villoro hay formas mejores de ayudar que regalar.

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    1. Muchas gracias por pasarte. Cada día descubrimos algo nuevo

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  5. Joder, el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.

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    1. Y las buenas intenciones hay que prefsumirlas siempre pero manda narices vertecen necesidad y recordar que con un poco de prevision sería diferente

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  6. Me sucedió lo mismo que ti, Joaquín, conforme leía recordaba paisajes. De lo que conozco me ha parecido curioso que no tenga el acento de la región centro
    - es un ejercicio de empatía en que se acompañas al autor por un camino en que todo te recuerda a "paisajes" propios y experiencias vividas en primera persona pero que, por formar parte de la intimidad y del recuerdo de otro, es sin embargo esencialmente ajeno a uno-

    Últimamente aparezco sin nombre en tu blog, Joaquín.
    Maia

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    1. Quizás siendo hijo de español cuando habla con un español modifique su acento fin darse cuenta. Tmpatizo mucho con tu canal y con esasxdnwcdotas tan jugosas que compartes. Un abrazo, amiga

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  7. Acabo de leer tu artículo a conciencia. También oí el video completico. Una maravilla.No tenía idea de que JuanVilloro era un traductor de alemán. Por cierto, estoy muy de acuerdo contigo con eso de las idiologías que parecen libertarias pero que son liberticidas.
    ~~~~
    En otro orden. Voy a publicar un cuento largo que me interesa que leas. En contacto

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    1. Muchas gracias por pasarte. Pensaba que estarías enfadado
      Un abrazo

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  8. No leí nada suyo, incluso creía que era español... En fin.

    Saludos,
    J.

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  9. No conocía a este autor, pero me parece muy interesante lo que cuentas.
    Respecto a lo que hizo su padre con esa herencia... Pues bueno, yo no hubiera hecho lo mismo con ella, pero cada uno tiene sus razones para actuar como actúa.

    Besos.

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    1. A villoro lo conocí por un libro juvenil El Libro salvaje, muy divertido
      Un beso

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  10. Por lo que leo al resto de los comentaristas, no soy la única que desconocía a este autor que tú nos has descubierto y buenísimas las dos anécdotas que nos cuentas, la primera absolutamente entrañable suponer que la preocupación por Platón de su padre, fuera porque le debía dinero, la segunda el vivo ejemplo de quien vive en sus ideas, fuera de su realidad, de ahí que actuara como bien dices como un liberticida o dicho de forma más suave, como un utópico irrealista.. A pesar de ello, incluso con sólo estas dos pinceladas se nota que el autor amaba a su padre, sólo que supongo es difícil convivir con quien vive fuera de la realidad, mucho más la familiar : ) Muchas gracias JOAQUÍN, un abrazo! .. PD. nunca te lo he comentado, porque este ni es el lugar ni el medio, no sé si estás al tanto de la batalla que estamos librando los mutualistas de la abogacía con la Mutualidad, ni siquiera si formas parte de ella, más que nada porque veo que los compañeros alicantinos son muy activos en este duelo nuestro y no sé si tú estás en él ; )

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    1. https://apostandoporlalibertad.blogspot.com/2023/06/salvarnos-de-nosotros-mismos.html

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  11. Gracias Joaquín por la recomendación.

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  12. Muy interesante lo que cuentas, no conocia a este escritor y me alegro de conocer algo de su obra gracias a tí.
    Muchos besos.

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  13. Hola, Joaquín, vine buscando una nueva publicación y solo puedo dejarte el deseo que tengas un bonito domingo

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