Historia de un editor

 



Tengo en mi manos un veterano ejemplar de la novela Olver Twist  de Charles Dickens. Es un ejemplar editado en Inglaterra en el siglo XIX y muy bien conservado. Busco entre sus páginas dónde puede venir la fecha de impresión y no lo encuentro, pero manuscrito en tinta de pluma aparece el nombre de quien debió de ser su primer comprador con hermosa caligrafía "E. Luicolu 1894"

El editor, según la portada fue don Richard Edward King  con domicilio en 88, Cutain Road E.C.

Como de E. Luicolu no logro información pruebo mejor fortuna con el nombre del editor e impresor y descubro que por consejo de su abogado en 1898 empezó a editar a través de una sociedad limitada, lo que me induce a pensar que efectivamente mi ejemplar es al menos de 1894 y en todo caso de antes de 1898.



Richar Edward King tuvo una historia algo trágica, sí sé que todo el mundo la tiene, pero no a todos los condenan a 15 meses de trabajos forzados. 

"El preso confesó haber sido condenado en este Tribunal, el 29 de mayo de 1905, por obtener bienes con falsos pretextos, recibiendo seis meses en la segunda división. También se probó que había sido condenado por este Tribunal, el 19 de noviembre de 1900, por malversación de fondos y obligado a 100 libras esterlinas para que se someta a juicio si se le pide. Se afirmó que había llevado a cabo negocios en 10 direcciones diferentes y que había obtenido otros bienes de manera similar a los que se le imputan en la acusación. Condena, quince meses de trabajos forzados. ANTE EL JUEZ RENTOUL. (Viernes 5 de febrero)."


Su caso se puede rastrear en los anales judiciales británicos 

T19090202-34 | Los procedimientos del Old Bailey (oldbaileyonline.org)


"KING. Richard Edward (54 años, librero); en incurrir en ciertas deudas y responsabilidades, a saber, 410 libras esterlinas a Murray, Limited, el 2 de agosto de 1907; £ 1 5s. a James Bowmer Allison, alrededor del 5 de enero de 1908; £ 2 5s. a Henry Elliston Humphris, el 23 de julio de 1908; £ 12 a Albert Victor James, alrededor del 11 de agosto de 1908; 16 libras esterlinas a Henry Fairburn, del 2 de septiembre de 1908; 8 libras esterlinas a Eric Bennett, el 14 de octubre de 1908; £ 1 15s. a William Bunning Batten, el 16 de octubre de 1908; £ 3 12s. a Thomas James Crompton, el 23 de octubre de 1908; 3 libras esterlinas a Thomas Boycott, el 2 de noviembre de 1908; £ 1 3s. a Amos Arthur Appleton, el 6 de noviembre de 1908; £ 15 a. Albert Wesley Holt, el 16 de noviembre de 1908, obtuvo ilegalmente crédito bajo falsos pretextos y por medio de fraude que no fueran falsos pretextos; obtener ilegalmente mediante falsos pretextos ciertos libros impresos, a saber, cuatro libros, por valor de 4 libras esterlinas y 10 chelines, de Murray, Limited, el 2 de agosto de 1907; 16 libros, valorados en 1 libra esterlina y 5 chelines, de James Bowmer Allison, alrededor del 5 de enero de 1908; ciertos libros, valorados en 2 libras esterlinas y 5 chelines, de Henry Elliston Humphris el 23 de julio de 1908; 36 libros, valorados en 12 libras esterlinas, de Albert Victor James, el 11 de agosto de 1908 o alrededor de esa fecha; 36 libros, valorados en 16 libras, de Henry Fairburn, el 2 de septiembre de 1908; 35 libros valorados en 8 libras. de Eric Bennett, el 14 de octubre de 1908; 14 libros, valorados en 1 libra esterlina y 15 chelines, de William Bunning Batten, el 16 de octubre de 1908; 20 libros, valorados en 3 libras esterlinas y 12 chelines, de Thomas James Crompton, el 23 de octubre de 1908; 20 libros, valorados en 3 libras, de Thomas Boycott el 2 de noviembre de 1908; ocho libros, valorados en 1 libra esterlina y 3 chelines, de Amos Arthur Appleton, el 6 de noviembre de 1908; 35 libros, valorados en 15 libras esterlinas, de Albert Wesley Holt, el 16 de noviembre de 1908, en cada caso con la intención de defraudar."


La causa de todos sus males las explica con mucha gracia y "sinceridad"  puesto que la culpa siempre fue de otros, él solo estuvo mal aconsejado

 "Llegué a Londres hace unos 26 años y comencé un pequeño negocio como librero, editor, impresor y papelero. Fui financiado por el banquero de mi familia, que había realizado operaciones bancarias para mi abuelo, mi padre y para mí: el Sr. Henry Daniel, de Lymington, Hampshire. Viajé por todo el Reino Unido, a través de América, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y mi negocio llegó a ser realmente muy grande,  facturando de £75.000 a £80.000 por año, pagando salarios de £350 a £500 por semana, y produciendo un beneficio neto de £ 5.000 a £ 6.000 por año, certificado por contadores públicos. En el año 1900 había ahorrado y conseguido para mi negocio un capital de 40.000 libras esterlinas. Thomas Boiling Bolton era entonces mi abogado, en quien tenía absoluta confianza. Me aconsejó que convirtiera mi negocio en una sociedad de responsabilidad limitada, lo que hice en 1898"


"No me pagaron el salario de director general; Esto me metió en dificultades y mi empresa fue liquidada por el síndico de los obligacionistas, el Sr. Thomas Boiling Bolton. Los activos de la empresa en ese momento ascendían a 85.000 libras esterlinas, que Bolton compró nominalmente por 38.000 libras esterlinas, pero en realidad por 12.000 libras esterlinas. Bolton solicitó y obtuvo una orden judicial contra mí para impedirme ejercer como editor, impresor o encuadernador" "Interrogado. Cuando me arrestaron dije que esto se debía a los fraudes de mi difunto abogado (quiero decir que eran el resultado de sus actos), que sus actos me habían puesto en una situación tal que se había producido este estado de cosas, que me habían reducido según las circunstancias. No recibí los productos con falsos pretextos. Presenté una demanda contra Bolton aproximadamente un año antes de su muerte, reclamando 10.000 libras esterlinas por daños y perjuicios por negligencia como abogado; eso fue descartado por el Maestro Chitty por considerarlo frívolo y vejatorio; fue porque no me habían asesorado adecuadamente y no había recibido una asignación de mi síndico en quiebra; así lo entendí. "



Evidentemente este libro fue una vez propiedad del Sr. KING, él no podía saber que 130 años después acabaría en el viejo reino de Teodomiro, y que su historia, triste por él y aún más por todos a los que estafó, se podría conocer tantos años después. Cuando el libro se editó aún ondeaba nuestra bandera en cuatro continentes y King sería un hombre aún joven con ilusiones por el futuro ajeno a tantas desdichas.


Comentarios

  1. Guardalo como
    la joya que es .

    ResponderEliminar
  2. Tienes una joyita entre tus manos

    ResponderEliminar
  3. Creo que en este caso has tomado el caso desde el punto de vista del fiscal. Lo digo por las comillas en sinceridad y porque dices, no sin ironía, que la culpa fue de los otros (pero sólo cuando él habla de sí mismo). Y lo cierto es que si el hombre nos puede parecer entrañable su caso sí parece bastante indefendible.
    Por lo demás me encanta cómo coges un libro y le sondeas una historia. Hay un Dickens dentro y fuera de ese libro. Por dentro Oliver Twist, por fuera Richard Edward King. Dos granujas con motivaciones muy distintas. El pobre Oliver no tenía más opciones. El verdadero Richard seguro que sí. Interesante todo el texto de principio a fin. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo has dicho muy bien, el libro tiene una historia casi de Dickens que me ha gustado. No es que haya tomado el punto de vista del fiscal, pero si lo piensas las explicaciones que da de su situación son totalmente irrelevantes para justificar los hechos por los que se le condena. Además de que buscar siempre el centro de las desgracias en un punto o persona externo ya dice mucho y muy mal de su concepto de responsabilidad personal. Un abrazo

      Eliminar
  4. ¡ Menuda joyita tienes! Realmente preciosas sus ilustraciones. Meencantan estos libros antiguos. Precisamente acabo de ponerle un comentario a alguien hablándole del Uriah Heep del David Copperfield de Dickens, para mi, el paradigma de tacaño miserable, yo lo castellanizo y cuando quiero decir de alguien que es un rata, siempre digo es un “Urías”. Por lo demás, estupenda tu crónica, mira que soy curiosa, pero nunca llegaría tan afondo como lo has hecho tú, en esta ocasión, con el editor del libro.. realmente a demás de sus excusas, a quien deja realmente mal es a su antiguo abogado, parece según cuenta, que fue él el que descapitalizó su sociedad, si es que en el fondo es verdad ...los abogados somos “casi” todos ¡una ratas de alcantarilla! jajajaja tú no, por supuestísimo, no hay más que leerte ; )
    Mil gracias, un abrazo muy fuerte y muy feliz finde!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja, ja conozco algunas ratas de alcantarilla con toga efectivamente. Te copio lo del Urías como supertacañon. Muchas gracias y una feliz samana para tí

      Eliminar
  5. Se podría escribir una buena novela basada en tan interesante investigación que has hecho, me encanta como relatas y como das cuenta de cosas que pasan desapercibidas para la mayoría.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Je je... en casi todas las personas hay una novela latente, en unas de aventuras, en otras de amor, en otras de amargura por lo que pudo haber sido y no fue.... aqui hay algo de picaresca ¿verdad? Gracias por tus palavras

      Eliminar
  6. Interesante ejemplar, sin dudas, y con toda una historia sobre sus páginas. Espero que siga entre nosotros por varias generaciones más.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un ejemplar bien conservado y espero que las siguientes generaciones lo cuiden con esmero

      Eliminar
  7. Siempre me gusta imaginar la historia que rodea un libro. La de este es mucho más interesante que cualquiera que yo pueda imaginar.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con los libros viejos que han pasado de mano en mano es fácil que haya historias interesantes, con los nuevos que compramos somos los responsables de que la tengan Un beso

      Eliminar
  8. Un ejemplar de bibliófilo.
    Con una anécdota para acompañar que es de nota. ;)
    Enhorabuena, consérvalo con cariño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Encontrar estas hisotrias enriquecen y ponen en valor nuestras historias

      Eliminar
  9. Muchas gracias Charo. Un abrazo (Joaquín)

    ResponderEliminar
  10. Enhorabuena por tan magnífico ejemplar.
    Sin duda, una gran joya.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. A veces nos encontramos con esas joyitas. Yo encontré en un libro usado un poema de 1912.
    Oliver Twist es un libro fascinante y triste. La película le hizo justicia y me encantó.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. un poema de 1912 es algo especial, una ventana a un mundo personal que dejó de ser pero continua.... Veré la película. gracias

      Eliminar
  12. Un poco -mucho-de responsabilidad si me falta, pero de no ser así poco menos se recordaría.
    Ese dedito ha tocado una joya, Joaquín.
    Maia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maia, muchas gracias, cada vez creo menos en las cosas y más en los simbolos. Dale un abrazo a tu pequeñajo, ese guardián de la casa

      Eliminar
  13. Me ha gustado mucho el artículo, Joaquín. La investigación y todo lo que describes en esta historia. Pobre hombre, con el abogado, jejeje. Me encanta el libro. Un tomo que pone en valor cualquier biblioteca. Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Jesús, siempre me admiro que tengas un hueco para pasarte por aquí. Este libro tiene dos historias, la que cuenta y la de su editor, y tiene asimismo dos autores, Dickens que lo escribió y tú que me lo mostraste. Muchas gracias por tanto y por todo

      Eliminar

Publicar un comentario