EL VALLE INQUIETANTE



"Valle Inquietante" es un libro de Anna Wiener, breve y ameno, donde la anécdota es el argumento, y cuya lectura me ha generado una sensación ambivalente.  

https://librosdelasteroide.com/libro/valle-inquietante



La teoría del Valle inquietante hace referencia a una premisa peculiar: cuando un objeto se parece a un rostro o cuerpo humano genera una cierta simpatía/empatía, un sentimiento de cercanía (imaginemos un peluche) pero cuando este parecido es cada vez más realista y elevado cualquier pequeña disfunción no esperada nos produce una sensación creciente de rechazo hasta la repulsión. Se suele poner como ejemplo de esta repulsión el androide con rostro casi humano pero inexpresivo que empieza a realizar gestos repetitivos o incomprensibles, una imagen vista enésimas veces en el  cine o la televisión

Esta teoría en mi caso explicaría por qué siento auténtico pavor por las "muñecas de porcelana", tan aparentemente humanas y tan vivas y a la vez tan inquietantes como muertas.

En el libro, Wiener no hace referencia explicita, al menos no lo recuerdo, a esta teoría psicológica. Quizá simplemente lo dé por supuesto o, lo que es más probable, juegue con el sentido de valle y evoque además o solamente a Silicon valley, el valle de las nuevas tecnologías por excelencia, el mito de nuestros tiempos, tan parecido a cualquier otro sitio y a la vez tan ajeno.


En su libro Wiener nos cuenta su historia personal en busca de una salida laboral satisfactoria.

Anna se nos presenta como una muchacha joven e inocente a la que le gusta la literatura, y por ello como corolario lógico empieza a trabajar en una editorial de Nueva York, un trabajo glamuroso que le supone ganar muy poco y tener que compaginarlo con trabajos poco cualificados para poder sobrevivir. Además de mal pagado el trabajo conlleva adoptar una pose de intelectual e ir a cócteles y presentaciones de libros, llevando vestidos elegantes y caros que apenas puede permitirse, donde quienes asisten son compañeros que pasan los mismos apuros económicos que ella en una especie de teatrillo compartido. 


Un día Anna decide responder a un anuncio de una empresa que pretende ser el NETFLIX de los libros, no sabe nada de tecnología pero si de libros y tras una entrevista poco exigente la contratan. 

Los socios, muchachos jóvenes y ambiciosos, la forman, le enseñan, la apoyan y finalmente, cuando constatan que está "más interesada en aprender que en hacer", la recomiendan a otra empresa en que pueda encajar mejor. 


En esta otra empresa, de BIG DATA, en San Francisco, a donde se muda (he aquí el famoso valle) le enseñan, la forman, le animan, y gana dinero. Su trabajo consiste en dar soporte técnico a los clientes: localizar el problema y ayudarles a resolverlo. Evidentemente para ello precisa entender de código y de jerga técnica. 

No será el único trabajo que tenga y el estar en San Francisco le permite conocer este mundo naciente, encontrar pareja, y estar cerca de las empresas y el ambiente laboral y social de quienes trabajan en estas empresas pujantes.


Anna nos describe lo que a muchos nos parece una realidad paralela: tú puedes elegir cuanto ganas, poner tu horario, e incluso tienes la opción de "vacaciones ilimitadas". Un mundo en que predominan los hombres, frikis, y donde las mujeres buscan dificultosamente defender su espacio y abrirse paso.


Al contarnos su historia, con un cierto estilo quejoso, uno puede imaginarse a sus lectores (lectores de libros) dándole la razón a Anna: 

    - pobre muchacha en un mundo tan masculino, 

    - qué barbaridad que las mujeres cobren menos que los hombres  si pueden elegir su sueldo,

    - qué barbaridad esa gente que vive para su trabajo, bárbaros en efecto que no valoran la cultura sino solo la tecnología

    - qué injusto que las nuevas tecnologías generen esos sueldos tan alejados de la "calidad" de esos chavales que con tan poca edad ganan tanto con tan poco esfuerzo, 

    - qué injusto que esta chica gane tanto aquí pese a los dilemas morales (por no decir algo peor) del big data y en su etapa de editorial, de actividad cultural, ganara tan poco, 

    - qué poco se valora la cultura y cuanto la tecnología...


No he podido leer el libro sin sonreírme. Estos son los tiempos nuevos, que me recuerdan el particularismo del que Ortega tanto hablaba, solo que ahora no somos ya personas, si no meramente un constructo cultural, a la vez y paradójicamente que nos definimos (al menos en ese país y en este tiempo) no por nuestras decisiones sino por nuestra condición biológica y accidental de hombre, mujer, joven, mayor, hispano, asiático, blanco, etc. 


Creo que si dieran un premio al victimismo, al lloriqueo, y a la paradoja entre lo que se cuenta y lo que siente quien lo cuenta, este libro debería al menos estar nominado. 

Hoy Wiener se gana la vida escribiendo artículos que reflexionan sobre las nuevas tecnologías y la sociedad. Conoce a su público sin duda y este espera de ella lo que este libro ofrece.


Lo recomiendo por divertido y bien escrito siempre que se lea con el mismo espíritu crítico que ella aplica a las empresas en que ha trabajado. También lo recomiendo, por supuesto, si uno solo desea ver reflejado sus particulares temores milenaristas ante este nuevo fin de los tiempos y cargarse de razones.

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