Los Impuestos

 La declaración de la renta tiene una liturgia especial. CReo que las personas se pueden definir según su actitud ante la misma. 

Está quien no quiere saber nada, tiene miedo siquiera de mirar su borrados no sea que le salga a pagar, y si nunca la ha hecho cree que nunca la deberá realizar. Estos son como el avestruz del dicho popular..... 

Por otro lado hay quien espera con ansia de cumpleañero que llegue el primer día de campaña para que le devuelvan, semanas antes está llamando y recopila laboriosamente su documentación aunque luego primen los datos que tiene hacienda. En cierta forma me despiertan ternura y me recuerdan a los niños en la noche de Reyes.... y como en una película de miedo se produce un giro cuando pasa una semana y no le han devuelto, toda su ilusión se troca en ansiedad y a falta de alguien en quien pagar la misma te llaman cada día a ver qué ha pasado, que a su vecino ya le han devuelto. 

Un subtipo especial de estos "niños en la noche de reyes" son a los que les traen carbón: "te sale a pagar". Se convierten en trumpistas negacionistas: " no, no puede ser, algo  has hecho mal" Yo suelo dar unos golpecitos al monitor del ordenador y le digo "ah tienes razón, no son 425, sino 524 lo que debes pagar" En ocasiones sin embargo tienen razón y en una revisión se desprende una deducción de la que no me había informado "ah, claro, no has metido la derrama de la instalación del ascensor".....


Por supuesto, están los que tienen la fe del carbonero y aceptan con resignación lo que toca pagar y sonrien casi con desgana si les sale a devolver ("¿no me buscaré problemas por esto, verdad" "y ahora ¿tendré que hacer la renta todos los años") 

Y por último, en ocasiones se encuentra uno con los reaccionarios (porque reaccionan indignados): que no solo les sale a pagar sino que se indignan porque esa subvención para comprar su coche de 30.000 euros tribute, "y se queden el dinero esos chorizos".



 

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